domingo, 26 de octubre de 2014

Alimentación y cáncer de mama

Ya está por terminar el mes de la prevención del cáncer de mama y es importante que sepas que dentro de toda la profilaxis se encuentra la alimentación y el estado de nutrición.
En la actualidad, la alimentación (dieta) que se lleva a lo largo de la vida es la responsable del 50% del desarrollo de diferentes enfermedades, principalmente crónicas, entre las cuales se encuentra el cáncer.
Afortunadamente, después de tantas investigaciones, se ha observado que el cáncer de mama si se detecta a tiempo no es mortal. Sin embargo no hay que confiarse, porque cada quien es responsable de su cuerpo y de que tanto lo cuida o lo maltrata.
Así como la alimentación puede aumentar el riesgo de enfermedades, también puede ayudar a prevenirlas, porque cada alimento NATURAL tiene compuestos bioactivos (nutrimentos) que tienen función farmacológica en el organismo. Enfocado al cáncer, sin importar cuál sea, el consumo de verduras, frutas, fibra y pescado como el salmón tienen efectos protectores contra la formación de células cancerígenas. Aparte de las vitaminas y minerales que contienen (verduras y frutas), los aromas y pigmentos, así como la manera de metabolizarlos por la microbiota intestinal, tienen efectos terapéuticos para la prevención del cáncer por medio de la disminución de la respuesta a la agresión del ambiente en el cuerpo. Pero... agresión? Así es. La alimentación alta en grasa, proteína y azucares simples, así como el consumo elevado de alimentos industrializados y bebidas azucaradas son agresiones ambientales para el organismo. Todas éstas sustancias, después de ser metabolizadas, producen compuestos nocivos para el cuerpo, ocasionando una reacción de defensa contra todos estos agresores. De este modo tenemos una "inflamación" crónica de baja intensidad, la cual daña todas las células y desencadena enfermedades. Ahora, una consecuencia "inmediata" de estos malos hábitos es el sobrepeso y obesidad. Se ha visto que las mujeres que presentan cualquiera de estos dos estados metabólicos (porque no son enfermedades) están más propensas a desarrollar cáncer de mama, en especial si se tiene carga genética. 
Imagina, vamos agregando uno por uno de todos estos factores de riesgo a lo largo del tiempo (no es de un día para otro), cuál crees que será el resultado?
Por eso se debe tomar conciencia de qué hábitos se tienen y de qué manera estoy tratando a mi organismo porque, aunque es perfecto, tiene un límite de capacidad y resistencia. 
Tengas o no carga genética debes tener un alto consumo de verduras y frutas por los polifenoles, oleaginosas por las "grasas buenas" (entre ellas omega 3), consumir pescados azules por su contenido de omega 3 (es antiinflamatorio), tomar agua SIMPLE, mantener tu peso saludable, evitar alimentos industrializados y bebidas azucaradas, evitar preparaciones grasosas, moderar el consumo de carnes rojas, hacer ejercicio regularmente y ser positiva!
Y recuerda: debes realizar la autoexploración por lo menos 1 vez al mes. Si se detecta a tiempo se puede curar.
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lunes, 20 de octubre de 2014

Reflexión: Tu alimentación y la salud en tus hijos

Y después de milenios regreso! 
En todos los cursos y parte de mi trabajo como docente han ocasionado que me incline más hacia la investigación actual en nutrición y está increíble!
Nos encontramos en la era posgenómica, lo que significa que toda la investigación en ciencias de la salud se está encaminando hacia la comprensión de los mecanismos genéticos y su interacción con el ambiente para entender el desarrollo de la enfermedad.
La alimentación es fundamental para que estos procesos de transmisión de información de generación en generación se realicen adecuadamente, sin embargo los hábitos nocivos que se tienen no nada más afectan de forma individual, sino a las generaciones venideras en la línea directa de la herencia. Esto ha sido analizado directamente en la programación fetal. 
De acuerdo a los investigadores, la programación fetal puede ser benéfica o dañina para la salud, dependiendo de lo hábitos de la madre (principalmente). Las teorías que se tienen de la programación del desarrollo de la enfermedad son variadas, pero de las principales se tiene la del gen ahorrador, el estrés oxidativo y el crecimiento compensatorio. Se ha observado que el tener dietas altas en grasa puede predisponer al niño a que nazca con reservas de grasa más elevadas de lo normal, presentar bajo peso y ser más propenso al estrés oxidativo provocando envejecimiento prematuro. También el tener una dieta alta en azúcares simples o llegar a desarrollar diabetes mellitus pueden ocasionar tanto bajo peso como niños macrosómicos (mayores a 4 kg) al momento del nacimiento, lo grave del asunto es que el niño nace con una resistencia a la insulina y al mismo tiempo mayor riesgo de desarrollar síndrome metabólico a lo largo de su vida. Si se tiene una dieta baja en proteínas se corre el riesgo de tener niños de bajo peso y con desarrollo deficiente tanto en el páncreas como en el riñón, lo que también ocasiona alta probabilidad de padecer diabetes, hipertensión, enfermedad coronaria, insuficiencia renal, etc.... Todo esto es ocasionado por los cambios genéticos que tiene el niño para adaptarse a todos estos ambientes de malnutrición. 
Es importante tener en cuenta que la manera en que se puede evitar o disminuir el daño de todos estas modificaciones genéticas es por medio de la prevención adquiriendo hábitos de vida saludables. Nosotros somos responsables de nuestra propia salud, pero en el caso de las mujeres, tenemos una responsabilidad aún mayor, ya que estamos dedicadas (queriendo o no) a educar sociedades y somos el contacto directo y ambiente de desarrollo de las siguientes generaciones, por lo que el cambio está en nosotras.
Se deben realizar las siguientes recomendaciones desde la infancia y a lo largo de la vida: aumentar el consumo de verduras y frutas, moderar el consumo de grasas y proteínas así como tener una complementación de los nutrimentos que no se pueden ingerir al 100% con un plan nutricio. 
Por todo esto es importante dejar de justificar los hábitos no saludables detrás del egocentrismo, ya que somos responsables de la salud de nuestros descendientes y, al ser un derecho, no podemos mermarla... Al contrario! Debemos defender y hacer que se cumpla!!!