viernes, 27 de enero de 2017

Nutrición durante el periodo de hospitalización

Hola a todos!
El día de hoy me siento con la gran necesidad de dar a conocer la importancia del Licenciado en Nutrición en el ámbito hospitalario, ya que hay muchas lagunas de información al respecto. 
Comenzando con el panorama, el paciente hospitalizado es alguien que se encuentra en alto riesgo de complicaciones y, hablando específicamente de nutrición, de que desarrolle o agrave la desnutrición en menos de 4 días. Si las causas se ven aisladas pueden resultar muchas pero la principal es la mala praxis que se lleva en todos los nosocomios, esto incluye que no se pese y se mida al paciente adecuadamente a su ingreso, que se deje en ayuno (hasta 5 días o más) por espera de tiempo quirúrgico o por realización de estudios, por la pobre oferta de las dietas que se hacen en cocina (son deficientes en calorías y todos los nutrimentos, pero principalmente en proteína) o porque el personal que labora ahí (aunque sean nutriólogos) no tienen idea clara de como hacer el abordaje clínico nutricional para dar tratamiento al paciente. 
Toda persona que sea ingresada a hospitalización debe ser tamizada (no más de 5 minutos) para detectar el posible riesgo, o si ya está en desnutrición, evitar que se siga desarrollando junto con los desenlaces catastróficos para el paciente, su familia y la institución en donde está internado.
Dentro de las complicaciones que se derivan de este padecimiento que NO ES DIAGNOSTICADO se encuentran las infecciosas por disminución de función de sistema inmunológico, las relacionadas con la recuperación de heridas quirúrgicas como retraso en la cicatrización, aumento de días de estancia hospitalaria por el control de las complicaciones desarrolladas y aumento en el riesgo de muerte, entre otras. Generalmente se piensa que el paciente come con el "suerito" que le están pasando (FALSO) o porque comió menos de la mitad de la charola que le sirvieron en el comedor, o no se detecta que tiene deficiencia de alguna vitamina u oligoelemento que hace que todas las funciones estén disminuidas pero pasa desapercibido porque está comiendo todo.
Es importante recordar que todo el que tiene una enfermedad presenta inestabilidad metabólica, es decir, su requerimiento de energía, proteína, vitaminas, etcétera, se encuentran aumentados, por lo que decir que está "comiendo normal" o "como siempre" no va a ayudar en absoluto. Por otro lado no se debe intentar compensar esta situación sobrealimentando porque también se tienen complicaciones metabólicas que pueden ser mortales. 
Otro punto muy importante es que, mientras más complicaciones existan, mayor será el gasto, siempre más gravoso para la familia que para la institución, pero al final son recursos que pueden destinarse a situaciones más provechosas. Se han hecho estudios en donde los resultados han arrojado una tendencia de costo efectividad y beneficio cuando se da un buen tratamiento nutricional. Se podría ver como un gasto extra, sin embargo no hay comparación entre una fórmula que puede costar desde $38.00 a un medicamento que la caja para dos semanas cueste $900.00 y se necesitará por un periodo prolongado. Definitivamente esto la no hay comparación de un buen apoyo nutricional con un día de terapia intensiva.
Además, se debe ver al paciente como una PERSONA, de ese modo también se comprendería la importancia que tiene la alimentación para su estado de ánimo. Al dejar en ayuno o dar dietas solo porque el paciente tiene que comer pero cosas que no salgan caras al comedor se está fracturando el ámbito sociocultural de quien se trate. Existe una estrecha relación entre el estado de ánimo y la alimentación, por lo que se debe ofrecer comida apetecible (que tenga permitida claro está) y que sea suficiente, sin embargo la suplementación es fundamental para alcanzar a cubrir al 100% todo lo que necesita en base a la valoración del estado nutricional, el funcionamiento metabólico y la enfermedad de base.
Como se puede ver no es algo sencillo que cualquier persona pueda realizar, dentro del mismo gremio muchos colegas han preferido inclinarse a otras áreas a la práctica profesional, por lo que nutriólogo no es sinónimo de que podemos abordar todo lo relacionado con la nutrición (siempre y cuando se trate de colegas que actúan de forma ética). Es importante que sean nutriólogos que son dedicados a la práctica clínica y tengan experiencia, formación y actualización en el ámbito clínico de hospitalización. De este modo habrá mayor calidad en la atención dentro de la institución y tendremos pacientes que se recuperan más rápida y su alta es en menor tiempo.
Podría pasarme más líneas hablando de lo mismo pero no quiero hacer una entrada tediosa. Espero haya sido de su agrado y tengan más conocimiento para el bien de las personas. Difundan y si es necesario acudan con el especialista porque con la salud y la alimentación no se juega.
Hasta la próxima entrada!

jueves, 26 de enero de 2017


La actividad física y la dieta son los factores que determinan el crecimiento de la masa muscular.
El consumo de proteínas con hidratos de carbono antes o durante los ejercicios de resistencia de larga duración han mostrado una mejor síntesis muscular en el periodo de recuperación.
La ingesta de 20 a 25 g de proteína después del ejercicio aumenta la síntesis muscular y ayuda a la adaptación muscular para los entrenamientos prolongados, mientras que el consumo antes y durante el ejercicio aumenta la síntesis muscular durante la rutina. Si se ingiere más de esta dosis, aumenta la producción de urea y hay carga renal elevada.
La composición corporal cambia de acuerdo al balance energético, es decir cuanto se consume y cuanto se gasta de energía. Aunque pueda parecer simple hay diversos factores que determinan esto, desde genéticos hasta fisiológicos.
Hasta ahora se han detectado genes que son responsables de realizar o no actividad física, y otros más que se pueden activar o desactivar con el ejercicio y cambiar la composición corporal.
La serotonina es un neurotransmisor que está asociado con la actividad física y el comportamiento alimentario, igualmente es el blanco de algunos tratamientos para la obesidad y algunos desórdenes psicológicos relacionados con la misma (como depresión y ansiedad):
La dopamina influye en el comportamiento alimentario y los niveles de actividad física, por lo que si se tiene una señalización y niveles adecuados de ésta hay mayor longevidad por ser personas activas.
Se puede hablar de adherencia al tratamiento (dietético y/o de actividad física) cuando se cumple del 60-80% de lo prescrito, sin embargo es dejado a los 6 mese o antes después de haberse iniciado.
Uno de los factores más importantes que determinan comenzar a hacer ejercicio y mantener la actividad, es la percepcón propia de las capacidades físicas y el alcanzar los objetivos.
La recomendación para prevenir el aumento de peso es realizar ejercicio de intensidad moderada a vigorosa en 225-300 minutos por semana, especialmente si hay riesgo de sobrepeso u obesidad en base al IMC.
La utilización de podómetros puede ser benéfica para la pérdida de peso aunque sea muy modesta (de 1 a 2 kg), se recomienda hacer 10,000 pasos al día o aumentar de 2000 a 4000 pasos por día, ambos en personas sedentarias sin restricción calórica.
El ejercicio aeróbico ha demostrado tener pérdidas de peso muy leves (0.5 kg aproximadamente) cuando no se tiene restricción calórica, pero es importante para obtener beneficios metabólicos y en la salud.
Una vez que se alcanzó la meta deseada, es necesario realizar 200 minutos a la semana de actividad física, para evitar el rebote.
Para poder aumentar la masa muscular, es necesario tener un equilibrio positivo entre la destrucción y formación de este tejido. Después de realizar ejercicio de resistencia la síntesis muscular se mantiene durante 48 horas, junto con un incremento de insulina (hormona anabólica, crea tejido), por lo que si se toma proteína después del ejercicio disminuye la pérdida muscular y se puede mantener o aumentar su síntesis.
Para que un suplemento proteínico pueda ser efectivo, debe ser de alto valor biológico, con alta biodisponibilidad y una concentración elevada del aminoácido leucina. La que cumple estas características es la de suero de leche, seguida del caseinato (aunque es de lenta digestión) y por último la de soya (cuidado porque aumenta también masa grasa). Sin embargo se debe tener un monitoreo estricto para evitar descompensaciones metabólicas a largo plazo, por lo que siempre se debe acudir con el especialista.

Sports Med (2014) 44 (Suppl 1):S71–S77 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24791918

Sports Med (2014) 44 (Suppl 1):S105–S111 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24791922
obesity reviews (2014) 15, 29–39 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24034448
 2014 Jan-Feb;56(4):441-7 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24438736